jueves, 5 de junio de 2008

Frio

Frio insoportable, que por más que cierre ventanas, rendijas y puertas, sigue presente, calando no sólo mis huesos, si no también mis pensamientos. Sólo sé dormir y jamás antes había sentido tanto placer con la inactividad. Lo irónico es que mientras menos haga, más frio soy capaz de sentir.

Ahora entiendo por que tan poca presencia de "clientela" ¿Quién quiere salir de casa a producirse un poco para luego volver a la misma, en pleno día de semana? Porque reconozcámoslo, no hay necesidad de salir en pleno invierno. Todos preferimos llegar a casita, tomar algo caliente, ponernos pijamas y olvidarnos del mundo (por lo menos hasta las 6/7 AM del next day). Lo que me hace más pobre a mí y menos pobre al resto.

Descansando hoy, luego de mi bastante franciscano almuerzo (acabo de entrar en una especia de reto, de quien es capaz de bajar más kilos en una semana, más por amor al projimo que por necesidad tangible de verme aún más flaca) y lo único que a mi mente se le ocurría hacer era: dormir, por más que pretendía incursionarme en una especie de creatividad mental; esta sólo quería dormir (específicamente).

Lo que me lleva a una sabia conclusión, conclusión que seguro todos ustedes tienen en mente desde que empecé con este post: "... A mayor inactividad, mayor es el frío..." y créanme que lo vengo sabiendo hace mucho, "muchísimo", pero claro; ¿Qué más podría hacer dentro de una tienda sin clientes? ... ¿Limpiar espejos?, ¿No digo yo?... inactividad no es igual a progreso. Sólo bastó que me sentara frente a mi PC y el frío cesó y las ganas de producir aparecieron.

Aún así, sigo afirmando que el frio de Lima cada vez está más insoportable, y eso que recién estamos en junio. No quiero ni pensar en como será nuestro agosto... ¡Que Miedo!. Claro, hay que reconocer que una buena alimentación (cargada de calorías y proteínas) quizás podrían mantenerme menos helada (vivo con un congelamiento perenne de manos y pies, sin importar la estación del año). Y que ganas de un cafecito caliente en este mismo momento, pero ando off de edulcorante y la apuesta tengo que ganarla YO.

También tendría que reconocer la falta total que me hace un hombre justo en esta coyuntura (invierno, frio, neblinas y llovisnas), quizás con tan sólo escuchar alguna voz masculina diciéndome cosas "lindas", entraría automáticamente en calor, tendría por las noches a quien abrazarme y dejaría de perseguir la memoria de aquellas noches acompañada (que lamentablemente no fueron muchas), con el único resultado improductivo de la "soledad", la cual me deja más fría como resultado final.

¿No sería mejor dejar de pensar en ello y pasarme al bando de las que piensan en comidas llenas de calorías, alegrándose así las nochecitas? Quizás así, mi cuerpo se vuelve más interesante y genera calor al sexo opuesto.

Que va, no estoy dispuesta a semejante sacrificio sólo por el hecho de tener noches de invierno más cálidas

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