viernes, 22 de febrero de 2008

Verse Bien

¿Qué mujer no lo quiere?, ¿Qué mujer no se pasa horas frente al espejo tratando de encontrar alguna imperfección (más) para luego obsesionarse con tal y querer eliminarla como si se tratara de la más nefasta y arrolladora plaga contra la humanidad? Todas, tenemos eso de obsesiva tipo Almodovar... NO LO NIEGUEN... Que ya hasta me da naúseas eso de escuchar.. "...¡NO!, ¿yo? Yo no.. yo como lo que me da la gana y ni ejercicios hago y llevo este cuerpo sin un miligramo de grasa..." (Buffffffff eso no te lo creo, ya pasando los 30 todos necesitamos ciertos "sacrificios").

Debemos confesar eso sí, que mientras nosotras nos la pasamos quejándonos por aquellas adicciones de aquellos, de los demás; de ese... del que incluso piensas MORIRA víctima de tanto tábaco; nos vamos volviéndonos víctimas de ese tan temido y mal visto VISIO del "Verse Bien"... ¡¡¡ES QUE NO LO PODEMOS EVITAR!!! Noooooooooooo, no podemos permitir que tan sólo un minúsculo céntimetro de nuestro ser; lleve algo que no debería llevar, aunque bien (o no muy bien) lo llevaramos por algunos varios años. Es que ahora con la independencia económica una puede invertir un poquito bastante en eliminar aquellas cositas que no queremos lucir más. Léanse bellos, rollitos, pequitas, canas (claro, cómo no), etc, etc, etc.

Y pienso... por que carajos tuve que elegir quizás desde niña, esos cánones que quizás en su inicio una Linda Evangelista nos propusiera (en todo caso quien la descubrió) o en estos momentos una Giselle Bundchen nos restriegue en la cara... Reconociendo, claro; que vivo en esta SUDAMERICA, en este Perú, donde (no lo nieguen) al común de los mortales le gustan las tetas, los potos y esas caderas que parecen carreteras que un tio haciéndose llamar "El General" hizo tan famosas allá por el año 96 (año que ingresé a la que se convirtiera mi alma mater) y que me pone entre la espada y la pared con menos de 50 kilos y tratando de cada día desaparecer cualquier indicio o resto de grasa corporal (esa que los aeróbicos no saben quitar: Gracias Arjona por citar tan bien aquella verdad).

Entonces digo.... ¿Es que mi futuro sigue siendo aquél larguirucho, flaco, con la misma obsesión de no ser gordo jamás (pero vaya que come bien) ubicado en una alejada tierra anglosajona? ¡Por dios! ¿y quién dijo que todo este esfuerzo sigue, fue o seguirá siendo para él o para ellos? (jejejeje, y aquí se me escapa una pequeña risita hipocritona)

A decir verdad este esfuerzo es sólo nuestro y es que nos encanta que en la calle no sólo volteen a mirarnos ellos... si no también ellas... Y es que las mujeres TODAS, sómos competitivas... ¡No lo podemos negar! Y voy dejándolas por que separé turno con mi cosmeatra, sí, esa que me saca la mierda en nombre de la casi (ya que no existe tal) perfección.

nAT
Feb/08

1 comentario:

Ka.a.te.y dijo...

contundente, sin más.
Saludos