Después de una bastante inesperada despedida, el Sr. Ty partió diciendo adios y dejándome en una inexorable y bastante helada Pucón... no sólo quedaba la soledad y ese vacío inmenso que sentía me iba carcomiendo poco a poco, si no además quedaba el hecho de lidiar con un estómago vacío, varias horas por delante (antes de la partida hacia santiago) y las ganas de gritar a los cuatro vientos ¡Me siento sola!... El camino era largo, digamos que unas 12 horas, en un bus (pensaba) solitario ... una película peor que malísima y por cierto un compañero mucho mayor que yo, con muy inteligentes observaciones acerca de la misma...
Santiago me esperaba tan fria como siempre, gris y monótona al mismo tiempo y conmigo por un lado, ya sin el Sr. Ty tomándome de la mano... las mismas calles, la misma gente, los mismos lugares... y como siempre: ojo, sin afán dramático recordando el inminente hecho de que sí, ahora estaba sola y por más de dos días...
En todo caso nunca falta un buen hostel en donde si además decides dormir en habitaciones compartidas, puedes conocer mucha gente... además de los clásicos aussies, "pomes" (that's the way americans call people from UK) y latinos conocidos; siempre corres el beneficioso riesgo de toparte con otro peruano...
Alfonso hizo de mis días (últimos de vacaciones) grises en santiago, una experiencia mucho más llevadera y reconfortante... y por supuesto me jaló a tierra, poniéndome un espejo al frente; reconociendo a una antigua y engreida Natalia, la que adoraba quejarse a cada nada.
Además de criticar cada singular plato que llegaba a nuestra mesa (luego de una confundida decisión del sitio en donde almorzar) Alfonso me hizo recordar lo que ya no me gusta en una persona: CRITICA SEVERA Y BASTANTE EXTROVERTIDA... No te lo niego Alfonso, siempre tuviste razón, pero ya te lo había dicho y lo repito... viajar con bajo presupuesto por más de 20 días y entre mochileros (lo que sí, te convierte en mochilera) te da la posibilidad de bajar tus expectativas y recibir las cosas de buena manera y disfrutar de lo simple de todo... ¡QUE VIVA LA SIMPLICIDAD!...
De todas maneras, es lindo estar entre peruanos, es que nosotros sí sabemos lo que es comer, tomar y divertirse de manera correcta y apropiada .... Alfonso me hizo sentir más peruana que nunca... ¡gracias por eso!
Pero Santiago es insistente... no sólo me tope con un peruano... si no con un par más... el chato y la chata........... nuevos padres hoy por hoy... tener un hogar al cual llegar y (lo mejor) ¡peruano! es una maravilla, aunque después, como es ley, nos tuvieramos que sentar a presenciar como la selección de tan envidiado país estaba (ya casi) clasificando a un mundial al cual nosotros los peruanos ya estamos tan acostumbrados a no ir... (exacto, hablo de fútbol) -sin comentarios-
Muy a pesar de ofrecerme "hospedaje" decidí hacermelas sola y enfrentar la vida como se me vino en ese momento, además está claro que moverme lo menos posible, hacía trabajar menos a mi cerebro y de hecho; hacía mís días mucho más cortos (aunque no lo crean). Lo pensé, no lo niego... pero la idea de montarme sobre el metro, viéndome envuelta "nuevamente" en recuerdos, aunque hermosos, un tanto lejanos en ese entonces; me terminó convenciendo de que lo mejor era simplemente quedarme en el hostel y seguir socializando...
No sali, ¿para qué? además que suena mejor que decir: ya no me quedaba presupuesto... el almuerzo me bastaba, además, como muchos ya sabemos la vida nocturna y la comida no son lo fuerte de nuestro vecinos sureños... ¿quien se atreve a contradecirme?.... Así que terminé optando por quedarme en "casa" viendo ganar a los Lakers (lo que hace el amor), tomando una ducha súper caliente y maravillosa (pelándome el shampoo de alguna buena vecina THANKS FOR THAT SWEET AND GREAT SHAMPOO.... MADE MY NIGHT) y viendo The Big Lebowski, por la PM; a la mitad... por estúpidas reglas del hostel, quienes decidían limpiar a partir de la 1 AM haciendo que cualquiera que se encontrara en la sala de TV tuviera que retirarse ¡por decisión estricta de la administración! "give me a break"...
En todo caso, así se me hacían las noches un tanto más cortas, así se me hacían los días (lo sé... no debería exagerar.. sólo fueron 2 y medio) más cortos...
El último día empezó un tanto triste, ya no tenía a Alfonso al rededor... se había ido en la madrugada; aunque lo sabía de antemano, me apenó el hecho de nunca haberle pedido, ni teléfonos ni correos... (en donde estés, espero estés bien y no lo olvides... hazlo pronto... vete por el mundo y sólo con una mochila por detráz...). Pero como nunca hay brasileño que no te alegre el día; aparació Luis... un amigable hijo do belo horizonte... quien con una copa de un muy chileno carmenere; me ayudó a despedirme de aquella ciudad muy a su estilo...
Salud Santiago........