Hace apenas cuatro días fui contratada por una mediana empresa (aunque conocida), metiéndome de lleno “nuevamente” al mundo laboral… (¡YA LO NECESITABA!) y por supuesto; viniendo por detrás con quizás más de dos meses de CERO producción, mis bolsillos se venían deteriorando cada día… prueba de ello son: G, C y mi madre, que hasta financió alguna de mis salidas, gustitos y compulsividad fashionista, dejando a G y C como testigos, protagonistas e inversionistas (todo auspicio merece recompensa) de más de una chela, whisky, cenita, almuercito y cuanto paseíto (justo en mis momentos más precarios) se nos antojaba por delante.
Hoy, iniciando esta nueva y alucinante etapa de mi vida (¡¡Setiembre tenías que ser!!) vengo con los bolsillos (aunque muy cargados de ilusiones y “necesidad”) agujereados tal coladera terconeada y con un hambre que viene siendo trámite cotidiano, que ronda siempre esos mediosdias oscuros y húmedos, que más cerca al mar se hacen totalmente grises; una necesidad muy poco y bastante mal satisfecha… con desayunos franciscanos (lo lamento, no soy de buen apetito matinal) días en blanco (me vienen sobrando sólo 0.60 soles al día para mi clásica galletita de soda, como para distraer a ese estomaguito mío ya tan maltrecho); hasta las horas nocturnas en las que finalmente pongo un pie dentro de territorio familiar. Bueno fuera que mi llegada sea acompañada por una exquisita cena de esas dignas de un estómago más que hambriento, “necesitado de cariño”; pero la vida no es perfecta y ZO menos lo es… y vaya con la labor de apostolado de mi señora madre para con ella y su minusculito, femenino y diabólico (a veces) ¡¡¡retoñito!!! Pues no, ZO no brilla en la cocina, a decir verdad no brilla en nada… sólo en esa febril admiración que tiene por su tan atosigante y cansante religión (y no la nombro para no herir susceptibilidades)….
Así deberé seguir por una semana y media más, con pésima alimentación (gracias a dios siempre existen los fines de semana, Olimpia y MI MADRE) y sin ganas de socializar… ¡El dinero lo puede todo! Así que apenas reciba mi primer PAY CHECK me lo pienso tirar todo, TODITO en comida insana, demasiado alcohol, (pagar auspicios pendientes), llevar a mis padres (ok Pepe tu también puedes ir) a una espectacular cena, cambiar de cámara y ¡¡¡arrasar con los malls!!!