¿y qué tan seguido llueve en lima? y exagerando como siempre, respondo: ¡¡¡En Lima no llueve!!!... por supuesto, la respuesta inmediata a semejante afirmación es: "... me imagino que deben entonces tener problemas de agua...", "...NO, JAMAS..." afirmo también con absoluto desparpajo, total... "...en Lima NO LLUEVE..." pienso.
Hace precisamente algunos días, coincidentemente durante el fin de semana más humedo de una Lima veraniega, luego de algunos minutos de conversación... muy cerca al jardín de casa, del que se apodera silenciosamente el árbol de vid que sin avisar y consultar creció para regalarnos anualmente la más rica y deliciosa uva borgoña de la ciudad; empezó a sentirse un sonidito algo extraño, bastante conocido pero muy ignorado por mi en dicho momento, pues pretendía seguir con mi afanada conversación, mientras el sonidito aquel iba golpeando con más fuerza aquellas hojas uveras... Ty me iba mirando con mirada, aunque amigable, desafiante; preguntándome con los ojos: ¿no me dirás que es ese ruido?
¿Está lloviendo? pregunté inocentemente y con mucha sonrisa en los labios: "...Es bastante probable...", me respondía un bastante ganador y burlón Ty.
Detráz de una mirada bastante aniñada y casi arrepentida, solo atianaba a decir: "... Pero, en Lima no llueve..."
No, no, no... para nada... respondía sarcásticamente un Ty ironisado
En Lima LLOVIO, y no sólo ese día, si no todos los días que Ty estuvo en esta ciudad e incluso con truenos y más que cualquier otro fin de semana.
Hace precisamente algunos días, coincidentemente durante el fin de semana más humedo de una Lima veraniega, luego de algunos minutos de conversación... muy cerca al jardín de casa, del que se apodera silenciosamente el árbol de vid que sin avisar y consultar creció para regalarnos anualmente la más rica y deliciosa uva borgoña de la ciudad; empezó a sentirse un sonidito algo extraño, bastante conocido pero muy ignorado por mi en dicho momento, pues pretendía seguir con mi afanada conversación, mientras el sonidito aquel iba golpeando con más fuerza aquellas hojas uveras... Ty me iba mirando con mirada, aunque amigable, desafiante; preguntándome con los ojos: ¿no me dirás que es ese ruido?
¿Está lloviendo? pregunté inocentemente y con mucha sonrisa en los labios: "...Es bastante probable...", me respondía un bastante ganador y burlón Ty.
Detráz de una mirada bastante aniñada y casi arrepentida, solo atianaba a decir: "... Pero, en Lima no llueve..."
No, no, no... para nada... respondía sarcásticamente un Ty ironisado
En Lima LLOVIO, y no sólo ese día, si no todos los días que Ty estuvo en esta ciudad e incluso con truenos y más que cualquier otro fin de semana.
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