jueves, 10 de enero de 2008

Viaje hacia el centro de Lima

Y fue en bus, 11:30 AM, me esperaban por lo menos 60 minutos de viajecito en la burra (seudónimo ganado por su rapidez) que a mi me ha parecido siempre que va rápido. Al menos me acompaña música .. "salsa" y con lo mucho que a mí me venía gustando la salsa. Ok, no lo voy a negar, alguna débil inclinación al genero le tengo... Hasta que por fin Juan Luis Guerra, venimos mejor o ¿no? Momento, momento, que me distraigo cantando ...

¿Pasaje? ya lo pagué, S/1.80. Esta vez felizmente me busqué un sitio "no reservado" por que vaya flojera tener que ponerme de pie cuando una mujer con bebe, embarazado o muy mayor se le antoje subir y es que ya a los hombres no los hacen como antes. Y sigo en La Molina, vemos, que muy falso no era eso de La Burra.

Al lado mío viene una mujer que va hablando por teléfono desde que subio y le está recomendando a su interlocutora "No lo metas a tu casa" todavía no... ¿que será? A estas alturas no se si me veo nerd o si me veo interesante escribiendo en mi agenda Pascualina, es que no les conté... si, me la compre, ya que nadie tuvo el pequeñito detalle de regalármela por navidad... Perdón un momento, oh, Pues no era una interlocutora.

Y más salsa OMG! El clima (gracias a dios) está bueno para este viajecito, el sol no quema, lo cual es bueno ya que los asientos de plástico no van a incomodarme, al menos no de inmediato.

Empiezo a distraerme con el paisaje externo, vaya cola que hay en el Bco. de la Nación, ¿pero que día es hoy? 10/01/08 ¿alguna fecha especial? Pero cómo conozco a mi ciudad. Pero sigo en La Molina y felizmente el Bus no viene lleno, sólo tengo la voz del cobrador muy cercana diciendo (¡Que va! ¡Gritando!) ¡Ovalo, Ovalo!

Y miren como tengo la mente de dispersa, justo en pleno viaje, pasamos por una tienda de disfraces y empiezo a recordar la última chocolatada y al pobre Fido disfrazado de Papa Noel con los niños a su alrededor queriendo tomarse fotos con él, fotos que finalmente quedaron en nuestras manos por razones más que evidentes, es cuando pienso POLAROID (ya será para el próximo año).

Pero, ¿qué es esa voz que empieza a distraerme? Si, el primer vendedor viajero, pidiéndonos ayuda "Hoy será para mi, mañana para ustedes" y bueno ¿Qué vende? ... Caramelos de Café.

Por fin llegamos al Ovalo, el Bus quedó casi vacio y ya estoy en Sta. Anita y se escucha ¿Quien cura el corazón? ¿Quien lo cura? (más cumbia y que bailó casi todo Lima en su fiesta de Año Nuevo) Grupo 5.

Segundo vendedor, esta vez un niñito que mide la mitad de lo que Bertha (sí, ella, mi mano derecha e izquierda... que aproximadamente mide 1.48 cm) y canta, pero que mal lo hace... ¿pero qué? ¿ya se acabo? Aquel performance duró sólo medio minuto.

Y vamos bien con el tiempo 11:53 AM, y acaba de subir una pareja y de manera casi accidentada se acomodan, ya que uno nunca sabe, pues vamos yendo por una calle bastante angosta y con mucho rompemuelle y como si fuera poco de doble sentido (hay que agarrarse bien) y ojala la parejita no se me hubiera puesto muy cariñosa, es que me vienen dando nauseas, el chocolate muy demasiado matutino. Creo que me voy preparando para arrojar, pero vamos que eso no es todo, que la calle se viene con un olor a mierda en el aire (¿de que van estas casas?, digo yo ¿a que se dedican?). Digamos que ya no estoy en La Molina y tampoco me encuentro en la mejor zona de Lima, adicionándo el hecho de que de chocolates ya no quiero saber.

Llegué a El Agustino, uno de los más peligrosos lugares de esta zona, quizás guarde mi agenda y lápicero y deje de escribir por unos minutos. Y más cariños de la pareja de adelante... ¿que calor no?

Las nauseas ya me vienen dejando sin ganas de escribir, cuando de pronto se aparece nuestro tercer vendedor, está vez es mujer. Siempre con esa voz de lamento y cargando un bebe, que no me atrevo a llamarlo "hijo" por que uno ya ni sabe. Cuarto vendedor, tranquilos, sólo vende periódicos, algo tarde ya ¿No?.
Voy entrando al Centro de Lima, con muchas paradas de por medio, la entrada no es de lo más agradable, bastante comercio de cosas usadas y toda una calle dedicada al comercio de puertas, rejas y fierros de lo más viejo que se pueda imaginar uno. El olor a humo cada vez se hace más insoportable, apenas entrando al area de Gamarra seguimos viendo fierros en las calles. Si no me equivoco se trata de Tacora en donde el comercio de objetos robados es bastante popular.


Gamarra, mucha gente... mucha bulla y otro vendedor que dice ser "un joven estudiante" cuya manifestación se ve interrumpida por una señorita vendedora de gelatinas. Pero que caos, bulla en el auto, bulla en la calle y entre sonidos escucho parte de la triste narracion (casi manoseada) de la vida de aquel "jóven estudiante" quien dormía entre perros y gusanos, en un tono más monótono que vivido. Parece que se detiene, quizás olvidó parte del parlamento; Ah pero no, también vende (y claro para variar un poco) ¡CARAMELOS! y es que necesita "llevar un pan a la mesa de su hogar". (no es que me burle, o simplemente de lleno NO LE CREA, es sólo que el hecho de usar "frases hechas" me repele)

Ya son las 12:26, casi una hora y ya estoy cerca. Pero ¡Por Dios! ¿quién puede aguantar una pareja tan melosa?. Ya estamos en la Av. 28 de julio y otro vendedor (le tocó el turno a los porta documentos) y más besos frente a mi (pareja de estreno al parecer). El cobrador no deja de recorrer el pasillo haciendo sonar sus monedas, anunciándote que por enésima vez quiere cobrar el pasaje. Y por fin, un vendedor de gaseosas y agua helada y es que el grupo de atraz viene charlando amenamente y ya era hora de que se callen metiendose algo a la boca, ¡a ver si así guardan un poquito de silencio, que me quiero concentrar!

Por fin, Av. Manco Capac, estoy bastante cerca, y es que ya me quiero bajar, los buses van muy pegados por esta zona, las calles estan plagadas de boutiques de lentes de sol (Gucci, Armani, Versace, Dolce & Gabanna... de esos que sólo te cuestan S/20.00) además de muchísimas peluquerías en donde por S/2.50 te hacen el cortecito.

Llegue a la Av. Abancay, estoy por bajar y veamos la hora: 12:30 PM (pues vaya exactitud: 60 minutos exactos). Me voy, los dejo con la pareja, que no ha parado de besarse desde su accidentada subida.

¡Provecho!

nAT
10/01/08

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la ruta del infierno.

Ya cuando llegas al óvalo de Santa Anita te das cuenta que debes perder toda esperanza, aun cuando la Av. Circunvalación parezca llena de paz y la Av. Riva Agüero o el Bravo Chico den apariencia de distrito pujante.

Ni hablar de esa zona anterior a Gamarra llaamda Manzanilla, donde las calles no tienen nombre y las casas (si son viviendas) ni tarrajeo ni pintado.

Felizmente ya no trabajo ahí.

Unknown dijo...

Una verdadera aventura en un trayecto de una hora.

No conozco Perú personalmente, pero tengo amigos en Lima que me cuentan cosas de la vida cotidiana, aunque siempre se agradece ver una descripción tan detallada de un viaje tan corto...

Gracias por tus textos.

Un abrazo.

http://mitajabone.blogspot.com