Santa Catarina-Florianópolis-Brasil
Teníamos un poco de hambre... quizás más él que yo. Yo sólo quería divertirme, salir, disfrutar de mi última noche en un Florianópolis no tan cálido, no tan amigable... no tan hospitalario (y ¿qué culpa tendrían ellos del clima y de un no-brasileño algo esquivo y frio?).
El decidió no sólo el lugar si no también el sitio donde sentarnos... mi portuguez estaba más tímido que el suyo... razón lógica por la que quizás también él ordenara por ambos...
Suerte la mía de venir a ser atendidos por una novatita, bastante alegre y SERVICIAL ... de esas que no paran de sonreir y hacen que tu acompañante sonría y mire de igual manera y más de lo debido. En un portuguez bastante apurado y casual, digamos atropellante... tratando de ser amable (¿amable dije?) y "acogedora"... Natalia, no le entendí nada, me decía él... "... No te preocupes, yo sí... y nos dijo que no había lo que qerías..." Aún así ella estaba llena de sorpresas...
Sentados en una ezquina del lugar, mirando hacia la calle y con una muchachita que no cesaba en su afán de parecer cordial (a decir verdad le quedaba de forma súper natural), mis temores y molestias se iban acrecentando a medida avanzaba la noche y sin demostración alguna de pena o "despedida" por patre de mi "acompañante"... Lo peor no sólo vino con la elección del plato a comer... ¿peito? decíamos ambos, y que mierda es peito (pensábamos) peito do peru... ???? que es? decíamos en nuestro mejor portuguez intentado... ya se imaginan los ademanes de aquella, al tratar de hacernos entender, no sé ya si a ambos o sólo a él... ¡¡¡peito!!! y se tocaba los pechos de manera juguetona pero con la sonrisa redibujada en su rostro algo moreno y por supuesto jóven... Ahhhhhhhh dijimos ambos y eso fue lo que él decidió comer...
Mientras intentábamos una charla cortez y amena (más recuerdo la incomodidad y fastidio...) ella no paraba en sus atenciones... incluso me ofreció una mantita para mis piernas descubiertas... lo intentaba todo y todo le salía bien ... él no dejaba de mirarla...
Entonces llegó su obra maestra y por supuesto que la mía también... (ya estaban cerrando). Ya empezaban a guardar las mesas y sillas de la terraza... estando nosotros ubicados en la mejor posición de espectadores privilegiados pudimos y tuvimos que espectar todo ese show de: Niña delicada que tiene que hacer esfuerzo masculino al guardar mesas y sillas de madera "pesantes para ella"... "... no puedo..." decía ella, con la sonrisa y carcajada explotando en su rostro... "... es que no tengo tu fuerza..." le decía al administrador... y nos miraba sucesivamente para verificar si su show estaba siendo presenciado y aprobado... Yo sonreía... a pesar de sentir unas ganas enormes de aplastarla como mosca con la planta de mis havis... y de pronto llegó... lo hizo, pudo cerrar una de aquellas mesas plegables y como era de esperarse celebró como si se tratara del mejor de sus logros... "Sí!!!! lo hice.... aplausos para mí..." y todos... TODOS los absolutos babosos del lugar, incluyendo a mi "acompañante"... no se hicieron esperar y con sonrisas y miradas totalmente taradezcas emprendieron en ese trabajo de adulación masculina que sólo pretende llevar a cabo la mejor de sus fantasías estúpidas y vacías, aplaudiendo tal y como esa fémina dominante y COQUETA, lo había ordenado...
Ni hablar, YO NO APLAUDI... y totalmente al contrario, no pude ocultar mi fastidio y cuando él (que quizás se acordó que tenía compañía) volteó a mirarme; imité con gran molestia los difuerzos de aquella brasileña que supo lograr y captar mejor la atención de ese lobo cazador... Su mirada fue de sorpresa; yo misma me sorprendí al verme tan jodidamente molesta por una situación como esa (nunca antes una coquetería me había fastidiado) y sin pensarlo ni dudarlo le dije: Es evidente que está muerta contigo, no para de coquetearte ... (Lo nego... ¿que otra cosa podría hacer o decir?).
Y como parte de una estrategia global y pactada, al momento de pagar la cuenta (cabe señalar que horas atráz, a la hora de pagar un almuerzo me había señalado que en esa zona de brasil no se acostumbraba a dejar propina, por que nadie lo hace y no se podía malograr el estandar) él me sorprendería dejándole una suculenta y abultada propina ante el estupor de mi mirada... y por supuesto de la de ella también... "... Pensé que en Brasil no se dejaban propinas..." dije... y respondió, "... es verdad, pero ¿nos? ha atendido muy bien y se ha quedado hasta tarde..."
bufff .....
Teníamos un poco de hambre... quizás más él que yo. Yo sólo quería divertirme, salir, disfrutar de mi última noche en un Florianópolis no tan cálido, no tan amigable... no tan hospitalario (y ¿qué culpa tendrían ellos del clima y de un no-brasileño algo esquivo y frio?).
El decidió no sólo el lugar si no también el sitio donde sentarnos... mi portuguez estaba más tímido que el suyo... razón lógica por la que quizás también él ordenara por ambos...
Suerte la mía de venir a ser atendidos por una novatita, bastante alegre y SERVICIAL ... de esas que no paran de sonreir y hacen que tu acompañante sonría y mire de igual manera y más de lo debido. En un portuguez bastante apurado y casual, digamos atropellante... tratando de ser amable (¿amable dije?) y "acogedora"... Natalia, no le entendí nada, me decía él... "... No te preocupes, yo sí... y nos dijo que no había lo que qerías..." Aún así ella estaba llena de sorpresas...
Sentados en una ezquina del lugar, mirando hacia la calle y con una muchachita que no cesaba en su afán de parecer cordial (a decir verdad le quedaba de forma súper natural), mis temores y molestias se iban acrecentando a medida avanzaba la noche y sin demostración alguna de pena o "despedida" por patre de mi "acompañante"... Lo peor no sólo vino con la elección del plato a comer... ¿peito? decíamos ambos, y que mierda es peito (pensábamos) peito do peru... ???? que es? decíamos en nuestro mejor portuguez intentado... ya se imaginan los ademanes de aquella, al tratar de hacernos entender, no sé ya si a ambos o sólo a él... ¡¡¡peito!!! y se tocaba los pechos de manera juguetona pero con la sonrisa redibujada en su rostro algo moreno y por supuesto jóven... Ahhhhhhhh dijimos ambos y eso fue lo que él decidió comer...
Mientras intentábamos una charla cortez y amena (más recuerdo la incomodidad y fastidio...) ella no paraba en sus atenciones... incluso me ofreció una mantita para mis piernas descubiertas... lo intentaba todo y todo le salía bien ... él no dejaba de mirarla...
Entonces llegó su obra maestra y por supuesto que la mía también... (ya estaban cerrando). Ya empezaban a guardar las mesas y sillas de la terraza... estando nosotros ubicados en la mejor posición de espectadores privilegiados pudimos y tuvimos que espectar todo ese show de: Niña delicada que tiene que hacer esfuerzo masculino al guardar mesas y sillas de madera "pesantes para ella"... "... no puedo..." decía ella, con la sonrisa y carcajada explotando en su rostro... "... es que no tengo tu fuerza..." le decía al administrador... y nos miraba sucesivamente para verificar si su show estaba siendo presenciado y aprobado... Yo sonreía... a pesar de sentir unas ganas enormes de aplastarla como mosca con la planta de mis havis... y de pronto llegó... lo hizo, pudo cerrar una de aquellas mesas plegables y como era de esperarse celebró como si se tratara del mejor de sus logros... "Sí!!!! lo hice.... aplausos para mí..." y todos... TODOS los absolutos babosos del lugar, incluyendo a mi "acompañante"... no se hicieron esperar y con sonrisas y miradas totalmente taradezcas emprendieron en ese trabajo de adulación masculina que sólo pretende llevar a cabo la mejor de sus fantasías estúpidas y vacías, aplaudiendo tal y como esa fémina dominante y COQUETA, lo había ordenado...
Ni hablar, YO NO APLAUDI... y totalmente al contrario, no pude ocultar mi fastidio y cuando él (que quizás se acordó que tenía compañía) volteó a mirarme; imité con gran molestia los difuerzos de aquella brasileña que supo lograr y captar mejor la atención de ese lobo cazador... Su mirada fue de sorpresa; yo misma me sorprendí al verme tan jodidamente molesta por una situación como esa (nunca antes una coquetería me había fastidiado) y sin pensarlo ni dudarlo le dije: Es evidente que está muerta contigo, no para de coquetearte ... (Lo nego... ¿que otra cosa podría hacer o decir?).
Y como parte de una estrategia global y pactada, al momento de pagar la cuenta (cabe señalar que horas atráz, a la hora de pagar un almuerzo me había señalado que en esa zona de brasil no se acostumbraba a dejar propina, por que nadie lo hace y no se podía malograr el estandar) él me sorprendería dejándole una suculenta y abultada propina ante el estupor de mi mirada... y por supuesto de la de ella también... "... Pensé que en Brasil no se dejaban propinas..." dije... y respondió, "... es verdad, pero ¿nos? ha atendido muy bien y se ha quedado hasta tarde..."
bufff .....
2 comentarios:
Hola Natalia! Hacia muchos dias que me tome una siesta en mis bosques, recien me levanto.. y, sorpresa, te veo en uno de mis sitios favoritos, Floripa! Lo que me cuentas lo vivi, lo senti, como si hubiese estado ahi.. que lastima. Me hubiese sentado con Uds. y haber servido de interprete para evitar tal 'abuso' que para muchas 'garotas' es estilo de vida, por eso se cuidan mucho. Para ellas solo 'su cuerpo', 'la samba' y el 'futbol'... Espero que esta experiencia haya sido de esas que se dieron sin querer.. hablenlo, para que no te vuelvas a sentir mal. Estoy seguro que el se sentiria mal si hubiese sido un garoto el mesero.. y el te indicaba lo que era el 'peito'. Abrazos,
Hola Natalia! Hacia muchos dias que me tome una siesta en mis bosques, recien me levanto.. y, sorpresa, te veo en uno de mis sitios favoritos, Floripa! Lo que me cuentas lo vivi, lo senti, como si hubiese estado ahi.. que lastima. Me hubiese sentado con Uds. y haber servido de interprete para evitar tal 'abuso' que para muchas 'garotas' es estilo de vida, por eso se cuidan mucho. Para ellas solo 'su cuerpo', 'la samba' y el 'futbol'... Espero que esta experiencia haya sido de esas que se dieron sin querer.. hablenlo, para que no te vuelvas a sentir mal. Estoy seguro que el se sentiria mal si hubiese sido un garoto el mesero.. y el te indicaba lo que era el 'peito'. Abrazos,
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