Cuando aquel me preguntó: ¿cuantos años tienes?... dado el look de mi interlocutor me atreví a hacer un diagnóstico previo sin que nadie me lo haya pedido, por lo que antes de responder decidí asegurarme... ¿tu cuantos años tienes? 24, ¿¡¡¡24!!!? mi cara de asombro se mezcló con una sonrisa nada disimulada, casi dibujada en carcajada... casi burlona... por que no decirlo; y agradeciendo que frente a mí tenía una presencia porteña, no le siguió a esa casi ofensa, alguna carita de resentimiento... mas bien un: ¿boluda por qué te reís... vos cuantos tenes? ... finalmente lo dije... ya de manera conchuda, casi fresca, casi easy going... Ya que mas da... Y ya veran que su reacción (no sé si disimulada) mostró bastante asombro: No puede ser, me estas cargando... con ese cuerpecito... ¿como así? debo felicitarte... y aca viene lo mejor: PERO QUE BIEN CONSERVADA ESTAS (¡¡¡vamos!!! ¿acaso ya me estoy apolillando?)
A pesar de tamaña confesión, quizá para ambos... pues decidimos seguir juntos... ya sea bailando... ya sea conversando; total... sólo era una noche de diversión, una noche diferente... una noche linda, con mucha energía del otro lado ¿por qué no aprovecharlo?
Todo bien... la noche se iba acabando, en todo caso el día iba asomando y con temperatura poco a poco más insoportable ... hora de retirarnos... pero aquél quería venir con nosotras... aquél (quien no venía solo) quería incluirse en nuestro pequeño viajecito 7 km mas abajo para; claro, dormir.
Tres mujeres solas... ¡con el poder que nos concede tener 30! y dos chicos... conociendo el paisito, ¡con el poder que les concede su juventud!; completos desconocidos... entre ambos bandos... ¿que perderíamos? ... ¿que perderían ellos? y nos fuimos... juntos...
Nuestro cuarto (habitación) ... sólo con tres camas (obvio)... y ¿que haríamos con dos paracaidistas?... Vos dormis conmigo... (canchero claro... ¡Que ganador! para ellos) lo pensé... y lo pensé tanto que dije... a la mierda... ¿y qué se pierde? no pretendo que pase algo... Y no pasó. ¿Lo intentó?... ¿lo deseó? y sí, claro.. ¿Que hombre perdería la oportunidad de clavarte un beso?.
Y esas cosas tan lindas que tienen algunos (no todos gozan del privilegio de gustar dar cariño por nada a cambio).. a pesar de no ofrecerle nada.. (digamos cariño, digamos caricias, digamos... todo lo demás) el lo ofreció... y por algunos momentos fui receptora de las caricias más tiernas, más inocentes, mas incondicionales y más jóvenes de mi vida y lo más hermoso: ¡No hacía falta más!
Luego de un día de playa con mucho sol, mucho bloqueador, mucha tanga, muchos cuerpos, muchas olas, mucho intercambio cultural; claro vinieron también muchas ganas de comer; pero para eso hubieramos tenido que esperar que dejen mochilas y ubiquen hospedaje... Acompañarlos a dicha nueva aventura, venía siendo trámite complicado; dado que el trio femenino no estaba en su totalidad muy enganchado con ellos (claro, ese era un dúo) ... así que el hasta pronto fue dado en el camino.
Ganas de acompañarlos me quedaban, quizás no sólo a mí... pero yo no manejaba y hay que ajustarse a las reglas de la señorita conductora.
Gracias por aquél domingo y buen viaje para ustedes
A pesar de tamaña confesión, quizá para ambos... pues decidimos seguir juntos... ya sea bailando... ya sea conversando; total... sólo era una noche de diversión, una noche diferente... una noche linda, con mucha energía del otro lado ¿por qué no aprovecharlo?
Todo bien... la noche se iba acabando, en todo caso el día iba asomando y con temperatura poco a poco más insoportable ... hora de retirarnos... pero aquél quería venir con nosotras... aquél (quien no venía solo) quería incluirse en nuestro pequeño viajecito 7 km mas abajo para; claro, dormir.
Tres mujeres solas... ¡con el poder que nos concede tener 30! y dos chicos... conociendo el paisito, ¡con el poder que les concede su juventud!; completos desconocidos... entre ambos bandos... ¿que perderíamos? ... ¿que perderían ellos? y nos fuimos... juntos...
Nuestro cuarto (habitación) ... sólo con tres camas (obvio)... y ¿que haríamos con dos paracaidistas?... Vos dormis conmigo... (canchero claro... ¡Que ganador! para ellos) lo pensé... y lo pensé tanto que dije... a la mierda... ¿y qué se pierde? no pretendo que pase algo... Y no pasó. ¿Lo intentó?... ¿lo deseó? y sí, claro.. ¿Que hombre perdería la oportunidad de clavarte un beso?.
Y esas cosas tan lindas que tienen algunos (no todos gozan del privilegio de gustar dar cariño por nada a cambio).. a pesar de no ofrecerle nada.. (digamos cariño, digamos caricias, digamos... todo lo demás) el lo ofreció... y por algunos momentos fui receptora de las caricias más tiernas, más inocentes, mas incondicionales y más jóvenes de mi vida y lo más hermoso: ¡No hacía falta más!
Luego de un día de playa con mucho sol, mucho bloqueador, mucha tanga, muchos cuerpos, muchas olas, mucho intercambio cultural; claro vinieron también muchas ganas de comer; pero para eso hubieramos tenido que esperar que dejen mochilas y ubiquen hospedaje... Acompañarlos a dicha nueva aventura, venía siendo trámite complicado; dado que el trio femenino no estaba en su totalidad muy enganchado con ellos (claro, ese era un dúo) ... así que el hasta pronto fue dado en el camino.
Ganas de acompañarlos me quedaban, quizás no sólo a mí... pero yo no manejaba y hay que ajustarse a las reglas de la señorita conductora.
Gracias por aquél domingo y buen viaje para ustedes
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