miércoles, 6 de febrero de 2008

Nunca voy a entenderlo... Jamás ...

A ver, digamos que una historia tuvimos, historia no planificada ni siquiera soñada; pero pasó, lo vi y me cautivó y ni si quiera lo pensé; digamos que me envolvió con esa sonrisa algo chueca, esa prominente nariz y esos maravillosos ojos color esmeralda (ok, nunca tanto) en el primer segundo que nos vimos cara a cara.
Lo conocí ya un tiempo atraz... bastante atraz y nunca imaginé que llegaría el momento de cruzarnos cara a cara en algún lugar, en algún momento... ¿años? Si, fueron años de amistad sin que por mi cabeza cruzara la idea de "algo más".
Setiembre, y ya llevo dos setiembres inolvidables en mi haber... cada uno con significados distintos, con profundidad inequivocadamente diferente pero inolvidable al fin y al cabo.

Pasaron muchas cosas... lindas, románticas, tiernas... locas... (sólo mías .... sólo suyas) y esta cabecita loca, muy loca; fue mas allá del simple hecho dando lugar a la ilusión.... ¿cómo ilusionarme con alguien que jamás prometió nada? Pero vamos, lo hice... pasó. Cosa natural en nosotras las mujeres... muy natural.... y si no te acompaña la experiencia... peor aún.

Se fue y claro nunca volvio y quizás nuestra "amistad" desde ese momento cambió, se deterioró... digamos que acabó.

Nunca tuve claro de que iba, de que fue.... ni hasta hoy de que va... sólo se que cuando él supo de mis nuevas historias (que no fueron muchas) se encargó de hacerme sentir culpable por el hecho de no hacerlo partícipe de estos mis "nuevos intentos" y ¿Cómo hacerlo partícipe mientras una siente que ya poco le importa tu vida? y ¿Cómo reclamar cuando uno mismo no involucra a la otra en su propia vida? ¡Vaya Sarcasmo! Pero claro, es que él no entra en esos juegos....

Lo triste es que lo sigo queriendo, no sé si como amigo, no sé si como hombre, no sé ni ya de como lo quiero... pero lo quiero, y cada vez que lo saludo anhelo que ante su pregunta, habitual, protocolar, acostumbrada de ¿y tú cómo estás? demuestre un interés si quiera disimulado y no un: es tu vida, no me meto.

Como quisiera entenderlo...

.... "si nos vemos, nos vemos... y ya"

nAT
07/02/2008

1 comentario:

markín dijo...

El orgullo en muchas ocasioens traiciona.

Por qué ser el que cede, dicen muchos. Quzá estés en ese caso.

A muchos otros les cuesta el leer entre líneas, y a otras... les cuesta hablar de modo directo.

Y qué pasa si sólo teme perder lo que consideraba suyo?

Tu estás ahí, tu sabes del contexto, y las respuestas están en ti. Sé directa, y más si tienes todas esas dudas en ti.

Chau.