- Probar nuestro delicioso cebiche en el mercado de Cusco, cuando todos sabemos que el cebiche es un plato de la costa y Cusco pertenece a la sierra bastante central.
- Llegar a Lima y morir por comer un McDonald's, teniendo en cuenta que Lima se viene (hace rato ya) convirtiendo en capital de Turismo Gastronómico.
- Caminar por las calles de la Av. Abancay con camarita de última generación en mano, tomando foto a todo lo que se mueve sin tomar en cuenta los peligros que tremenda hazaña podría generar.
- Lavarse los dientes en plena playa de Cayma, con agua de mar y bajo la mirada de muy apelmazados owners.
- Colarse en las discos- El ojo del viajero (invento del sudamericano)
- Añadirle a tu equipaje una guitarra
- Viajar con toda tu colección de música (aunque a veces termine ayudándote)
- Creer que todo sigue siendo como en tu propio pais.
Podría tratarse de una lista interminable y seguro seguiré agregando más items en nuevas entregas, es que nosé que excentricidades me salgan del alma cuando al igual que los citados me encuentre mochileando.
1 comentario:
mmmmmmm, yo me empuje un cebichocho en Carhuaz y un tiradito de trucha en Ingenio.
Mi universo musical se restringió a las 187 canciones que entraron en mi mp3.
Bueno, no me hizo tanto mal el agua salada, aunque no sé si en Atico o Quilca haya el mismo problema que en La Planchada.
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