martes, 4 de marzo de 2008

Hecho para machos

¿Collective Soul? Ok, no es que no me guste, noventeros… forma parte de mi crecimiento, aunque, digamos que nací en el 77 y mi “crecimiento” fue 100% ochentero de ahí entenderán que los 90’s mucho no me interesaron, pero… collective soul, es collective soul y no todos los días uno puede darse el lujo de tener al frente a semejante banda.

Collective Soul en Lima… vaya privilegio… "...quiero ir..." dije y finalmente no pude comprar la entrada (llámenle decidía, llámenle desinterés, llámenle falta de liquidez) y ya saben esas cositas lindas que tiene la vida (concierto programado para las 22:00 hrs. En el Monumental (ate, La Molina)), entra una llamada a mi centro laboral (me estoy poniendo protocolar) de la novia de mi mejor amigo:

- A?
- Hola, oye hoy es el concierto de Collective (claro que lo sabía) y no creo que G pueda ir, está atorado de chamba y acá tengo las dos entradas. ¿No quieres ir?
¿Cómo dudarlo?
Dije: "... Sí claro; si él no puede, yo normal, feliz de la vida..."

Así fue, lamentablemente él no pudo ir y yo tuve el lujo de verlos y sin que nada me costara.

Panorama
De hecho, advertida por un amigo más de mí hermano… “No son británicos. No van a arrancar puntuales…” y así fue… aunque sólo se tardaron unos veintiséis minutos (¿dije sólo? Miren como los peruanos estamos acostumbrados a la tardanza). Felizmente la espera tendría sus matices, por un lado tratando de ubicar a una pareja de amigos… inubicables… (bajo tamaño y sin celulares encima; tarea complicada) y por otro, siendo espectadoras del desfile de los personajes más heterogéneos que cualquier banda podría congregar: Recién salidos de la chamba con incluso fotochecks colgados en el cuello, chicas acompañando al “novio”, novios por demás emocionados con ya varias cervecitas encima, grupos de amigOs sí… sexo MASCULINO… grupos de chicos con alguna amiguita de compañera, parejas de chicos, chicas desubicadas, las/los que siguen las monadas y alguno que otro que sólo se sabe DECEMBER y terminas de contar. En conclusión la fiesta se presentaba MACHA.

Concierto
Por demás INCREIBLE, no debo ocultar que tanto ella como yo sentíamos ese primer golpe de des-ubicación… si, claro… sonaban bien… conocíamos alguna canción… pero… la gente de nuestro costado tenía ganas de POGEAR… y claro recién media hora después de empezado el concierto (quizás una hora) descubrí que no llevaba gafas encima. ¡¡Todo se veía tan distinto!! Y claro Ed Roland se veía más viejo aún. Ya bastante aclimatadas, empezamos a disfrutar (ahora sí) del señor concierto, aunque debería admitir que la mitad de la diversión me la hizo aquel larguirucho en polo azul con poco pelo en la cabeza que se la paso saltando como cabra loca al ritmo de su propia música mental; que más parecía mono saltarín de zoológico africano perdido entre una civilización un tanto más educada… hay momentos que el afán de protagonismo ajeno no cae tan mal… gracias, “me hiciste la mitad del concierto”.

Acostumbrada a conciertes mayormente femeninos esta experiencia me llevó a reconocer que los hombres también poseen emociones y no son carentes de simpatización con algún ídolo masculino… y aún tengo los gritos (masculinos por supuesto) de emoción en mis oídos, ante cualquier tonada que les presagiaba la venida de un tema popular, querido y conocido.

No importaban edades, condiciones, raza ni sexo… mientras a mi izquierda tenía a un gordito engafado con los brazos totalmente descubiertos y algo entradito en edad vociferando todas y cada una de las canciones… a mi lado derecho tenía al larguirucho de azul, a mis espaldas a una pareja de amigos muy jóvenes. Delante, a una pareja de enamorados en el que el más entusiasmado era él y ella sólo lo admiraba con esa mirada de amor que sólo puede dar una persona enamorada, aún sabiendo que tu pareja no lleva ni 0.1% de ritmo en la sangre y que por más esfuerzo que haga jamás podrá saltotear como aquel larguirucho de azul.

Climax
The World that I know… thank you so much for that piece of art. (¿para que más?)

Final
Claro como todos, se despidieron, agradecieron (siempre en inglés) y se fueron… pero nadie… NADIE se movió… ¿que artista se va luego de la primera despedida? Ninguno. Y pensé… dos o tres canciones y se van… creo que fueron un poquito más… quizás cuatro… y listo, se acabó… Nos vamos…y ya en la puerta, ya saliendo… (siempre con un grupo de gente acompañándote) APARECIERON NUEVAMENTE… WTF? Sí… “We don’t wanna go”… decían… y ¿cómo negarte a escuchar por última vez a tremenda banda?… y sí, nos regalaron una última canción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gratis¡¡¡¡ ya pagarás con alcohol. Maldito trabajo que me roba horas de vida y diversión,que pena que me perdí a COLLECTIVE SOUL

G

Anónimo dijo...

Nata, yeee yo soy parte de este comentario. Tienes razón, en un primer momento la desubicación fue tremenda!!!!! Me encantó leerlo. xoxo
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